El equipo de ondas de choque radiales es una herramienta avanzada en el campo de la fisioterapia, diseñada para tratar diversas afecciones musculoesqueléticas. Este dispositivo genera ondas acústicas de alta energía que se transmiten a través de la piel hacia los tejidos afectados. Estas ondas provocan una respuesta biológica que estimula la regeneración celular, mejora la circulación sanguínea y reduce el dolor, acelerando el proceso de recuperación.
Las ondas de choque radiales son especialmente efectivas para tratar lesiones crónicas como tendinitis, fascitis plantar, espolón calcáneo y problemas musculares.
Su uso es crucial porque ofrece una alternativa no invasiva a la cirugía, ayudando a los pacientes a recuperar su movilidad y aliviar el dolor de manera eficiente y segura.
¡Especialistas en Manejo del Dolor!
Este tratamiento no solo aborda los síntomas, sino que también trabaja en la raíz del problema, mejorando la calidad de vida de los pacientes. Su incorporación en la fisioterapia es vital para optimizar los resultados de la rehabilitación y proporcionar un enfoque integral en el cuidado de la salud
Las ondas actúan sobre la inflamación y aumenta el umbral del dolor. La estimulación fotomecánica inhibe la sensación de dolor y proporciona alivio inmediato.
Estimulación de la circulación sanguínea : Las ondas de choque mejoran el flujo sanguíneo en la zona tratada, lo que acelera el proceso de curación al aportar más oxígeno y nutrientes a los tejidos.
Reducción del dolor : Las ondas de choque interfieren con las señales de dolor que envían los nervios al cerebro, reduciendo la percepción del dolor en la zona afectada.
Regeneración y reparación tisular : Estimulan la producción de colágeno, una proteína esencial para la regeneración y reparación de tejidos, incluyendo tendones, ligamentos y músculos.
Disminución de la inflamación : Ayudan a reducir la inflamación crónica al mejorar el drenaje linfático y aumentar la actividad celular, lo que promueve la reabsorción de líquidos y la reducción de defectos.
Desintegración de calcificaciones : En casos de calcificaciones tendinosas, las ondas de choque pueden fragmentar estos depósitos de calcio, facilitando su reabsorción y eliminación por el cuerpo.
Aumento de la flexibilidad y movilidad : Al reducir el dolor y la inflamación, las ondas de choque mejoran la movilidad de las articulaciones y la flexibilidad de los músculos y tendones.
Estimulación de la neovascularización : Promueve la formación de nuevos vasos sanguíneos en la zona tratada, lo que mejora el suministro de sangre a los tejidos dañados.
Liberación de puntos gatillo : Las ondas de choque pueden ayudar a liberar puntos gatillo miofasciales, que son nudos o áreas tensas en los músculos que causan dolor y disfunción.
La aplicación de ondas de choque puede generar cierta incomodidad o dolor leve durante el tratamiento, especialmente en áreas donde los tejidos están muy sensibles o inflamados. Sin embargo, la intensidad del dolor varía según la tolerancia del paciente y la gravedad de la afección. Muchos pacientes describen la sensación como un golpe rítmico o una presión intensa, pero soportable. Es común que la incomodidad disminuya a medida que avanza la sesión, ya que el cuerpo se acostumbra al tratamiento.
En cuanto a las contraindicaciones , es importante tener en cuenta lo siguiente:
Embarazo : Las ondas de choque no se recomiendan en mujeres embarazadas debido a los posibles riesgos para el feto.
Pacientes con marcaspasos u otros dispositivos electrónicos implantados : La energía de las ondas de choque podría interferir con el funcionamiento de estos dispositivos.
Enfermedades tumorales : No se deben aplicar ondas de choque en áreas donde haya tumores, debido al riesgo de estimular el crecimiento tumoral.
Infecciones o heridas abiertas : No se recomienda aplicar ondas de choque en zonas con infecciones activas, heridas abiertas o úlceras, ya que podría empeorar la condición.
Coagulopatías o uso de anticoagulantes : Los pacientes con trastornos de la coagulación o que están tomando anticoagulantes deben ser evaluados cuidadosamente, ya que las ondas de choque pueden aumentar el riesgo de hematomas o sangrados.
Zonas cercanas a huesos en crecimiento : En niños y adolescentes, se debe evitar la aplicación en áreas donde los huesos aún están en proceso de crecimiento.
Alteraciones neurológicas graves : En casos de trastornos neurológicos graves que afecten la sensibilidad o el control muscular, se debe evitar o tener especial precaución al aplicar ondas de choque.
Antes de iniciar un tratamiento con ondas de choque, es fundamental que un profesional de la salud evalúe al paciente para determinar si es un candidato adecuado y si existen posibles contraindicaciones que deban considerarse.
La principal función de las ondas de choque en fisioterapia es estimular la regeneración y reparación de tejidos en áreas afectadas por lesiones crónicas o agudas. Este tratamiento no invasivo actúa promoviendo la curación natural del cuerpo al mejorar la circulación sanguínea, reducir el dolor, disminuir la inflamación y desintegrar calcificaciones en los tejidos blandos. Las ondas de choque son especialmente efectivas para tratar afecciones musculoesqueléticas, ayudando a restaurar la funcionalidad y movilidad de las zonas dañadas, y acelerando el proceso de recuperación.
El tiempo recomendado entre cada sesión de ondas de choque varía dependiendo de la condición específica del paciente y la evaluación del fisioterapeuta. Sin embargo, generalmente se aconseja esperar entre 5 a 10 días entre cada sesión. Este intervalo permite que los tejidos tratados respondan adecuadamente al estímulo y facilite la regeneración y reparación de las áreas afectadas.
En algunos casos, el fisioterapeuta puede ajustar este intervalo en función de la respuesta individual del paciente al tratamiento y la gravedad de la afección. Es importante seguir las recomendaciones del profesional de salud para obtener los mejores resultados y evitar posibles complicaciones.
Sí, el tratamiento con ondas de choque es generalmente seguro cuando es administrado por un profesional capacitado. Es una técnica no invasiva y ha sido ampliamente utilizada en fisioterapia para tratar diversas afecciones musculoesqueléticas con resultados positivos.
Sin embargo, como cualquier tratamiento médico, puede haber algunos efectos secundarios leves, como rojecimiento, hinchazón, moretones o dolor temporal en la zona tratada. Estos efectos suelen ser pasajeros y desaparecen en pocos días.
Para garantizar la seguridad del tratamiento, es fundamental que se realice una evaluación previa del paciente para identificar posibles contraindicaciones, como problemas de coagulación, infecciones activas o la presencia de dispositivos electrónicos implantados. Siguiendo las indicaciones del fisioterapeuta y asegurándose de que el tratamiento se ajuste a las necesidades individuales, el uso de ondas de choque es una opción segura y eficaz para la recuperación de lesiones.
© 2022 Todos los derechos reservados por FISIOPREMIUM
This website uses cookies to provide you with the best browsing experience.